La exitosa gira de Alan Woods presentando Reformismo o Revolución. Marxismo y socialismo del siglo XXI llegaba el sábado 28 de Junio a San Cristóbal, capital del Estado Táchira.
La primera sensación que produce desde el avión este estado agrícola, fronterizo con Colombia, es la de un inmenso jardín de valles y montañas verdes regadas por el rojo intenso del Río Torbes, llamado precisamente el río Rojo por el color de sus caudalosas aguas. Una tierra fértil, de vegetación frondosa, que podría ser un paraíso de riqueza y prosperidad y que -bajo el dominio de las burguesías venezolana y colombiana- se ha convertido en una pesadilla para las masas: pobreza, desempleo, clientelismo, sicariato (es conocida la creciente presencia de los paramilitares en este estado y cómo son empleados para asesinar a luchadores populares...).
Los problemas climatológicos y el abandono de las infraestructuras -resultado de décadas de desinversión y parasitismo por parte de la clase dominante- estuvieron a punto de impedir la celebración del acto. Media hora antes del mismo, el vuelo que debía traer al camarada Alan desde Caracas ni siquiera había podido salir del aeropuerto de Maiquetía. El tráfico aéreo hacia Táchira estaba suspendido a causa de los intensos y constantes aguaceros. Finalmente, el acto, planificado para las cuatro de la tarde, pudo realizarse pero a las siete de la noche. No obstante, el interés por escuchar a Alan y el entusiasmo que despiertan las ideas que está explicando son tales que, pese a todos estos reveses, los doscientos cincuenta asistentes que prácticamente llenaban el Auditorio "Ali Primera" de Pueblo Nuevo decidieron mantenerse en el lugar de la charla hasta su llegada.
Esto es más significativo aún porque una buena parte de la audiencia eran campesinos, jóvenes y trabajadores llegados de distintos pueblos del estado, alguno de ellos situado a más de hora y media del lugar donde se celebraba la charla. Había asistentes de San Antonio del Táchira (a menos de 5 minutos de la frontera colombiana), Colón, Cordero, Capacho, San Cristóbal, Táriba, Palmira, Rubio, San Posesito... En varios casos, para poder desplazarse al evento desde sus pueblos, estos camaradas habían tenido que buscar ellos mismos autobuses que les transportasen. Era muy notoria la presencia de jóvenes: estudiantes de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET), de la Universidad Experimental de las Fuerzas Armadas (UNEFA) y del Núcleo tachirense de la ULA (Universidad de Los Andes).
Durante las tres horas de tensa espera y dudas acerca de si el acto podría realizarse finalmente o no, el grupo musical "Tepuy" interpretó un variado repertorio de canciones populares revolucionarias. Los camaradas Leonardo Badell, miembro del Comité de Redacción de El Militante "Vocero Marxista del PSUV", y Freddy Acevedo, miembro de la CMR y del Buró Regional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), habían realizando sendas intervenciones sobre la decadencia del capitalismo y la vigencia de las ideas del marxismo. Freddy fue uno de los 69 candidatos que, propuesto por las bases y ratificado por el Presidente Chávez, compitió en las elecciones para la Dirección Nacional del PSUV. Su propuesta de un programa marxista para el PSUV obtuvo 9.000 votos, a sólo 3.000 de entrar en la dirección nacional, (el candidato con más votos a nivel nacional obtuvo 31.000) y le llevó a ser el quinto candidato más votado en las elecciones a la Dirección Regional del PSUV de Táchira.
La llegada de Alan fue saludada por la audiencia con una prolongada y afectuosa ovación. El marxista británico empezó el acto resumiendo la situación del capitalismo a nivel internacional: la crisis en Estados Unidos, los ataques a los derechos de la clase obrera y la juventud en todos los países, incluidos los más avanzados, la extensión de la pobreza mientras un grupo cada vez más reducido de parásitos concentra toda la riqueza...
"Todos habéis oído hablar del Holocausto, cuando Hitler y los nazis asesinaron a seis millones de judíos, y no sólo judíos: sindicalistas, trabajadores y campesinos, socialistas, comunistas... Pues bien, cada año mueren en este planeta ocho millones de personas por inanición. El capitalismo organiza cada año un holocausto silencioso del que nadie dice nada. Según el Banco Internacional de Desarrollo, la subida de los precios de los alimentos empujará a 26 millones de personas en América Latina a la más absoluta penuria. ¿Y sabéis qué es lo más indignante de todo esto? Que existe la capacidad productiva para alimentar a todo el mundo, pero ésta no se pone en marcha por una única razón: la propiedad privada de los medios de producción".
Alan repasó, como en otros actos, las condiciones de vida de las masas en el continente y en la propia Venezuela, la pesadilla en que ha convertido el capitalismo la vida de millones de hombres y mujeres. También explicó que la revolución venezolana podría ser una respuesta a esta situación si se llevase hasta el final. "Vuestra revolución es un punto de referencia para los explotados de todo el mundo. Por eso el imperialismo y los capitalistas nunca la aceptarán y harán todo lo que esté en sus manos para destruirla".
Contestando a quienes tienen ilusiones en que el imperialismo estadounidense, si gana Obama, pueda cambiar de actitud hacia Venezuela, Alan dijo: "Yo no tengo ninguna confianza en Obama. Es un político burgués. Como dice el gran escritor estadounidense Gore Vidal: ‘En Estados Unidos hay un sólo partido del Gran Capital con dos alas de derechas'. Pero es significativo lo que pasa en Estados Unidos; que las masas voten a un negro. Cuando a muchos de sus votantes les preguntaban por qué apoyaban a Obama, estos respondían: ‘Porque estamos hartos y queremos un cambio'. Esa es la situación en Estados Unidos y en todo el mundo. Las masas, los trabajadores, están hartos y quieren un cambio.
"Eso significa", añadió Alan, "que los trabajadores estadounidenses, europeos y de todo el mundo y, por supuesto, en primer lugar los trabajadores de los demás países de América Latina, la Patria Grande, son vuestros aliados, y no los gobiernos burgueses, que no dudarán en atacar a la revolución. ¡Vuestros únicos aliados!"
Alan hizo un resumen de la historia de la revolución venezolana y concluyó con la misma pregunta al público que hizo en otros actos: "¿Quién salvó la revolución en cada momento decisivo?" Los asistentes al acto respondieron con el mismo clamor unánime que en todos los demás lugares donde Alan formuló esta pregunta: "¡¡¡El pueblo!!!"
El camarada Alan hizo un llamado a luchar para ganar las elecciones del próximo 23 de Noviembre. "Hay que movilizar a las masas para ganar el próximo 23 de Noviembre. Hay que conquistar todos los votos que sea posible para el PSUV. ¡Nos la jugamos! Pero para lograr esto hay que analizar por qué perdimos el referéndum de la reforma constitucional. No ganaron ellos, perdimos nosotros porque tras 10 años de revolución sigue habiendo pobreza, desempleo, desabastecimiento, inflación... y eso mina la moral de las masas. Sólo acabando con el poder de la oligarquía, nacionalizando bajo control obrero los recursos creados por el trabajo de todo el pueblo pero que hoy controlan ellos, será posible planificar democráticamente la economía y resolver todos estos problemas".
"El pueblo, la clase obrera, esa es la única garantía de que la revolución bolivariana termine su trabajo y venza definitivamente". Estas palabras fueron acompañadas por un gran aplauso de los asistentes.
Alan culminó su intervención explicando que sólo se puede hacer irreversible la revolución expropiando a los capitalistas, nacionalizando la banca, la tierra y los latifundios bajo el control de los trabajadores y construyendo un Estado obrero. También expuso las cuatro condiciones de Lenin para poder tener un genuino Estado de los trabajadores: elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos, que cada cargo público cobre un salario nunca superior al de un trabajador cualificado, aplicar paulatinamente la rotación en todas las tareas burocráticas y sustituir la policía y el ejército regulares burgueses por el pueblo en armas. Muchos de los asistentes secundaban con muestras de apoyo cada propuesta.
El acto terminó con todos los asistentes puestos en pie, con el puño en alto y cantando "La Internacional", el himno de la clase obrera de todo el planeta. Fue un acto histórico en el Táchira, un estado que durante décadas fue dominado por la derecha mediante la represión y las redes clientelares y que, despertado por la revolución bolivariana, no permitirá sin una dura lucha que la oligarquía vuelva a amordazarlo.
Decenas de los campesinos y trabajadores asistentes, antes de regresar a sus pueblos, hacían cola en el escenario ansiosos de que Alan les firmase un ejemplar del libro Reformismo o Revolución. Los que se quedaron sin libro pedían ejemplares del afiche editado por los camaradas de la CMR en Táchira anunciando el acto. Otros camaradas habían tenido que retirarse antes porque a esas horas de la noche corrían el riesgo de quedarse sin transporte que les llevase a sus pueblos, pero agradecían a los organizadores la celebración del acto. "Alan pone voz a lo que pensamos los campesinos y trabajadores", decía un camarada. Uno de los camaradas que había colaborado en la organización del evento pedía: "Alan, dile al Presidente que esto es lo que piensa el pueblo, su gente. Explícale que estamos sufriendo".
"Dicen que San Cristóbal es una ciudad escuálida porque gana la oposición pero si se hiciese lo que dice Alan ganaríamos los revolucionarios. Hay que ir a los barrios, pisar más la tierra de los pueblos y los barrios y menos la moqueta de los despachos, hay que darle respuesta a los problemas del pueblo y no olvidarse de nuestra gente, como hacen muchos de aquellos a quienes apoyamos para alcaldes y gobernadores". Entre los asistentes al evento había no pocos camaradas de origen colombiano. Uno nos explicaba como, tras sufrir la brutal represión de la oligarquía y los paramilitares en su país, la revolución venezolana se había convertido en una esperanza tanto para los oprimidos de Venezuela como de la propia Colombia. "Pero la revolución está ahora amenazada por una quinta columna. Estas ideas que ha expuesto son un estímulo a todos los revolucionarios, un llamado a la organización y la lucha".
Esa firme voluntad de lucha que se respiraba en el ambiente quedó reflejada en la venta de la mayor parte del material político y libros expuestos en la mesa instalada por los camaradas de la CMR local y en las 80 personas que se apuntaron para unirse a la Corriente Marxista.