Durante décadas, el mantra "capitalismo = bueno" y "socialismo = malo" golpeó nuestras cabezas. Pero incluso el aparato más sofisticado para influir en la opinión pública, los principales medios de comunicación, no pueden enmohecer la opinión frente a algo tan poderoso como es la experiencia. Desde las vertiginosas cumbres del boom a la implosión económica de los últimos diez meses, acontecimientos dramáticos que están sacudiendo y transformando la forma en que los norteamericanos ven el mundo que les rodea.