En agosto pasado, el brutal tiroteo policial contra Jacob Blake, un hombre negro desarmado, reavivó las llamas del movimiento Black Lives Matter (BLM- “Las Vidas Negras Importan”) en la pequeña ciudad de Kenosha, Wisconsin. Miles de personas se manifestaron contra el racismo y el terror policial cuando las protestas se extendieron nuevamente, primero a Milwaukee, Chicago y luego a las principales ciudades de costa a costa.