El Salvador: La burguesía se opone a los cambios - Debemos enfrentarles con la movilización en las calles

Para cualquier trabajador está más que claro que ARENA dejó el país es una situación sumamente lamentable llena de grandes y profundos problemas que no tienen una sencilla solución, no siempre se es lo suficientemente consiente de la magnitud del problema. El país está en ruinas, esto no es un adjetivo exagerado sino la más clara realidad.

Los efectos de la crisis mundial del capitalismo han tenido consecuencias inmediatas y severas. Las exportaciones han caído en casi un 17% con respecto al año pasado, las importaciones cayeron en un 29% en valor y 28.3 en volumen, es un reflejo de la contracción del mercado porque se está consumiendo menos que antes debido a la baja en las remesas, los ataques a los niveles de vida de los trabajadores y el incremento del desempleo por recorte de personal y cierre de fábricas. Debido a la falta de empleo formal el sector informal se desarrolla aumentando la competencia entre los pequeños negocios en un momento donde los ingresos caen.

Junto al sector informal otro rubro que se desarrolla preocupantemente es la delincuencia. Es más efectivo dar una lucha franca contra el desempleo y por la elevación de los niveles de vida de los trabajadores como la aprobación de un decreto que incremente sustancialmente el salario mínimo que sacar al ejército a la calle para resguardar la seguridad pública.

El presupuesto

El presupuesto estipulado para el siguiente año es de 3,654 millones de dólares pero es insuficiente para cubrir los programas proyectados por el gobierno de Funes-FMLN y se plantea adquirir a través de la aprobación de créditos 404 millones de dólares más.

El presupuesto ya de por si requiere de prestamos internacionales ya aprobados pero será necesario recurrir a más prestamos, si dependiéramos de recursos propios la administración del Estado sería insostenible. Cuando terminó la administración del gobierno de Saca el enorme endeudamiento que nos heredaron era de $1,015 millones de dólares que ahora mismo ya es mayor. La diputada del FMLN, Norma Guevara, ha denunciado la gran deuda contraída en el pasado por ARENA que ahora seguimos pagando y es una pesada carga. El pago de crédito de deuda externa representará más de una quinta parte del presupuesto para el 2010.

En las actuales condiciones no bastan medidas superficiales. La propuesta presupuestaria del gobierno de Funes, sin embargo, no incrementa el presupuesto al gasto social, incluso hay rubros que decrecen como educación o salud mientras que las instituciones del Estado como presidencia o hacienda incrementan en recursos. Desde nuestro punto de vista esto debería ser al revés, el gobierno de izquierda debe buscar un gobierno barato, para ello debe acabar con los privilegios de los altos funcionarios y dar a cada uno de ellos un salario no mayor que el que recibe un obrero cualificado.

Si los descontentos de ARENA, declarados ayer independientes, mantienen esa tendencia en las votaciones, la oposición no alcanzaría ni siquiera mayoría simple y perdería capacidad de negociación, pues si se unen los 20 diputados restantes de ARENA más los 10 del PCN y los 5 del PDC lograrían solamente 35 votos, mientras que el FMLN y CD juntos suman 36 votos. Quedando el diputado independiente Orlando Arévalo y los 12 diputados disidentes en condición de negociar. La mayoría simple es de 43 votos y la mayoría calificada que sirve para solicitud de préstamos y elección de funcionarios de segundo nivel debe sumar 56 votos.

No nos confundamos, si bien los 12 disidentes de ARENA que no reconocen el actual COENA ya han votado el FMLN no significa que estén girando a la izquierda, ellos y el mismo Orlando Arévalo se han declarado como hombres de derecha, en alguna ocasión como botín de negociación podrán votar con el FMLN pero entrar a esa lógica implicaría en algún momento determinado hacer concesiones que no nos beneficien a los trabajadores. Si bien debemos aprovechar y contribuir a profundizar las divisiones en el seno de los partidos burgueses no debemos tener confianza en ninguna de sus alas, nuestra principal fuerza no está en el parlamento sino en la lucha en las calles que es donde se deciden en última instancia las transformaciones sociales más profundas.

La burguesía boicotea. Debemos responder con organización y lucha de masas

Ante este nulo margen de maniobra el gobierno de Funes se ve obligado a buscar recursos extras y ha planteado su reforma fiscal de la cual piensa recaudar entre 210 a 260 millones de dólares extras. La reforma busca no afectar directamente a los más pobres sino a algunos sectores empresariales como es el caso de las bebidas alcohólicas y cigarros y a personas que tengan obtengan más de 5 mil dólares de intereses en dinero ahorrado, que difícilmente será algún obrero, campesino, desempleado o pequeño comerciante.

Si de algo podríamos criticar a esta reforma es de ser demasiado tímida para exigirle recursos a la burguesía que han saqueado históricamente el país. Estas reformas que nos parecen un tanto tímidas son intolerables para la burguesía, asociaciones empresariales como la ANEP han manifestado su rotundo rechazo. Se ha desatado una dura campaña para tratar de demostrar cómo afectará a los más pobres dicha reforma.

Por desgracia tímidas reformas parciales no solucionan los problemas y sino se hace un plan integral basado en un programa revolucionario veremos deficiencias, limitaciones e incluso consecuencias contraproducentes. Por ejemplo poner un impuesto al alcohol podría verse como una medida positiva que podría tener el efecto de eleva el precio de la bebida, un producto que no es de primera necesidad, y así reducir el consumo de alcohol. El problema es que si a la par no solucionas una serie de problemas sociales no bajará el alcoholismo sino que podría crecer el consumo de alcoholes más baratos lo que podría ser incluso peor. Creemos pese a todo sería un paso adelante la aprobación de esta reforma fiscal como un paso para acabar con la evasión fiscal y cobrar la factura a quienes han arruinado el país.

La situación económica en la que se desarrolla el primer gobierno de izquierda es por demás desfavorable. El gobierno inicia con pequeñas medidas ante problemas grabes. La burguesía no acepta ni el más mínimo ataque a sus intereses. La derecha esta dividida y escindida pero no muerta. Los cambios no son sencillos pero tampoco imposibles. No debemos olvidar que lo que permitió el triunfo en las elecciones pasadas fue la colosal participación y organización del pueblo. El FMLN no debe usar la táctica de tratar de convencer a los partidos burgueses para que voten sus propuestas y las de Funes, sino que debe llamar a la movilización de los trabajadores para hacer frente al boicot de la derecha ante cualquier medida progresista del gobierno de izquierda.

Se prevé que este año el crecimiento económico sea nulo y para el entrante entremos en recesión con un decrecimiento de por lo menos el 1% siendo la primer caída del PIB desde hace 18 años, esto someterá a una gran presión a las familias obreras. Ante estos profundos problemas solo es posible dar una respuesta acabando con la anarquía capitalista. El gobierno Funes-FMLN debe incluir en su programa la nacionalización de la banca y la industria, solo con una economía planificada será posible hacerle frente de manera seria a la crisis económica mundial e ir resolviendo los problemas del país y las masas.

29 de octubre de 2009

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