Cuba: Las protestas por el cese del director de Alma Mater revelan un profundo rechazo a la censura burocrática

Se cierra, por el momento, la saga del cese del director de la Revista Alma Mater Armando Franco Senén por parte del buró nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba - UJC.

Recordemos que el 26 de abril saltaba la notícia de su cese ("liberación del cargo") por una nota que el equipo editorial de Alma Mater publicó en las redes sociales de la revista.

La decisión era vista de manera generalizada como una censura política de la línea editorial de la revista, que había dado cabida a voces críticas y había tratado de informar de y analizar las protestas  y contra-protestas del 11J del año pasado.

El ceso provocó una fuerte reacción contraria desde dentro de la revolución cubana, particularmente entre jóvenes y también entre periodistas a todos los niveles. Tal fue el nivel de rechazo que ya al final del día 27, el Departamento Ideológico del PCC se reunió con Armando y mandó el mensaje de que se estaba resolviendo el problema.

Al día siguiente, la secretaria de la UJC Aylin Álvarez clarificaba que el cese de Armando "nada tiene que ver con una expulsión o sanción," y explicaba el mismo como parte de un "proceso de renovación natural" en el que se había "propuesto integrarlo a otro proyecto comunicacional".

Esta explicación en realidad no explicaba nada. En primer lugar ¿por qué el equipo de AM se había sentido en la obligación de publicar la nota acerca del cese, si no se trataba más que de un proceso de "renovación natural"? ¿Por qué 24h de silencio por parte de los dirigentes de la UJC y el Departamento Ideológico, cuando las redes denunciaban el cese como censura? Finalmente, si es cierto que a Armandito lo cambiaron a otro puesto ¿por qué no se dice cual es el puesto?.

Esa "explicación" en realidad no satisifizo a nadie ni logró acallar las protestas y comunicados en defensa de la integridad revolucionaria de Armando (incluyendo el del presidente de la UPEC y muy significativamente el de Gerardo Norberto, coordinador nacional de los CDR).

Mientras, los dinosaurios estalinistas que se hacen llamar manigüeros seguían disparando contra Alma Mater y su equipo editorial de "tendencias hacia la banalidad, el todo vale ideológico, la vulgaridad, el choteo y, sobre todo, una actitud de arrogancia de quienes ejercen la crítica constante". Por lo menos hay que decir que los compañeros de la Manigua son honestos y no se andan con rodeas, expresan sus opiniones de frente. Para ellos era necesario el cese de Armando por motivos políticos.

Finalmente, se produjo una reunión de la secretaria de la UJC y el jefe del Departamento Ideológico del Partido, Rogelio Polanco, con el cesado Armando Franco. El resultado fue la nota de Aylin Alvarez en la que se reconocía "lo inadecuado de algunas acciones hacia él y el colectivo de Alma Mater" y se prometía "depurar responsabilidades". Además se hacía un "reconocimiento al trabajo y resultados alcanzados por el colectivo de Alma Máter". Seguía sin mencionarse cual era ese misterioso puesto al que se le iba a destinar. La nota iba ilustrada con una foto de Aylin y Armando ambos sonrientes y enlazados.

En resúmen, el caso del cese del director de Alma Mater lo que revela es un conflicto soterrado entre diferentes corrientes dentro de la revolución (como expliqué en el artículo de ayer). En este caso el sector que podríamos llamar estalinista logró su objetivo, sacar de su cargo al director de Alma Mater que se había atrevido a dar voz a críticos de la burocracia, pero la enorme reacción contraria y de protesta desde dentro de la Revolución les obligó a reunirse con Armando Franco y reconocer públicamente su labor.

Algunos han hecho en los últimos días comparaciones con el Quinquenio Gris (que se inició en 1971 y duró más de 5 años), de represión burocrática y estalinista en el terreno de las artes, el periodismo, la literatura, el marxismo y el debate revolucionario en general.

En aquél entonces, por ejemplo, se cerró el Departamento de Filosofía de la Universidad de la Habana (el centro del combate contra los manuales soviéticos de "marxismo-leninismo") y se clausuró su revista Pensamiento Crítico. A los afectados se les vetó publicar, a algunos durante décadas. Algunos fueron enviados a ocupar oscuros cargos en provincias remotas, los que no fueron parametrados.

La memoria del rechazo a aquél periodo es fuerte y ya provocó la llamada "guerrita de los emails" en 2007, como rechazo a la rehabilitación pública del censor en jefe Pavón.

Los acontecimientos de los últimos días por lo tanto, revelan la lucha interna de tendencias dentro de la revolución cubana, pero también la vitalidad y fuerza del rechazo a los métodos burocráticos, y un sentimiento profundo de que el debate, dentro de la revolución, es necesario e indispensable.

Claro, al final, Armando sigue cesado del cargo y es muy difícil que vaya a volver al mismo. Pero no se fue sin dar la batalla. El partido terminó en empate.