La inmensa destrucción causada por los incendios forestales en Varimpompi, Eubea y decenas de otras áreas de Grecia no se debe únicamente a los vientos, las altas temperaturas y el cambio climático, como afirman el gobierno de Nueva Democracia y los medios burgueses. La verdadera causa de esta catástrofe son las políticas reaccionarias y la indiferencia criminal de la clase dominante griega.
El gobierno actual conocía bien los nuevos datos sobre el aumento del riesgo de incendios provocados por el cambio climático, que se debe a la naturaleza bárbara y parasitaria del sistema capitalista al que sirve. Pero no tomó ninguna medida sustancial para evitar la catástrofe.
En 2020, el gobierno de derecha de Nueva Democracia (ND) rechazó provocadoramente la contratación de 5.000 nuevos bomberos. El presupuesto de este año para los bomberos es de solo 1,7 millones de euros, mientras que los bomberos y otros servicios relacionados solicitaron 17 millones de euros para cubrir sus necesidades básicas.
El gobierno donó "generosamente" 20 millones de euros el año pasado a sus amistosos medios de comunicación privados. Además, entregó 40 millones de euros en concepto de subvención a las empresas de peaje, 120 millones de euros a la aerolínea privada AEGEAN y 20 millones de euros para el salario anual de 1.030 guardias especiales que vigilarán los campus universitarios. El gobierno también gastó casi 5 mil millones de euros en nuevos aviones de combate y fragatas en un contexto de crecientes tensiones militares con Turquía.
El Estado griego en 2021 ocupa el primer lugar en la OTAN en términos de su gasto militar total como proporción del PIB, con un 3,82 por ciento. Esto demuestra las prioridades de la clase dominante griega: recompensarse económicamente a sí misma y a sus compinches, amasar armas y fortalecer la represión estatal contra cualquier protesta. La protección de los bosques y la extinción de incendios son una pérdida de dinero a los ojos de la clase dominante.
La hipocresía de la burguesía griega se expresa a través de las palabras de los funcionarios del gobierno en este momento: "¡Que todo se reduzca a cenizas, mientras se salven vidas humanas!"
De hecho, un bombero voluntario ya murió mientras luchaba contra un incendio. A medida que avancen los incendios, sin duda habrá más víctimas. Y el cálculo subestimado del gobierno no tiene en cuenta el impacto más amplio de los incendios en la vida de las personas. Ya, más de 1000 hogares en la región de Evia han sido quemados hasta los cimientos.
El gobierno tampoco tiene en cuenta la destrucción del hábitat y la vida animal, ni los efectos a largo plazo en la salud de millones de personas debido a la contaminación del aire.
Pero los jóvenes y los trabajadores corrientes no se quedaron inactivos. En muchas áreas, desafiaron la "sugerencia" del gobierno de evacuar y libraron una lucha heroica contra los incendios forestales sin ninguna ayuda del Estado. Esta lucha y solidaridad fue la responsable de salvar pueblos enteros, que se habrían quemado hasta los cimientos si se hubieran dejado en manos de este gobierno criminal.
Contra esta actitud cínica y criminal de la clase dominante griega y su gobierno, los trabajadores, la juventud y sus organizaciones de masas deben luchar por las siguientes reivindicaciones:
- Suministro inmediato de vivienda, comida y ropa de forma gratuita y digna a las familias afectadas por los incendios. Compensación generosa a las víctimas del incendio, del 100% del valor de la propiedad dañada para los trabajadores y familias pobres, con pagos aportados dentro del mes en que sufrieron las pérdidas.
- Prohibición del uso de la tierra en todas las áreas forestales quemadas. Nueva planificación central de la infraestructura para que los asentamientos ya no se creen dentro o cerca de un área forestal densa e inflamable. Todas las intervenciones necesarias deben realizarse de inmediato para proteger los asentamientos existentes, proporcionando incentivos para la reubicación planificada de las casas más precarias.
- Provisión inmediata de todos los gastos necesarios para la prevención de incendios; una protección completa de los bosques dentro de las zonas de peligro de incendio; la eliminación del follaje seco y del material inflamable; e inversión adecuada en guardias forestales e infraestructura de extinción de incendios, etc.
- Restablecimiento del servicio de incendios forestales. Esto debe mejorarse, cubriendo de inmediato las miles de vacantes en el cuerpo de bomberos con la contratación de personal permanente. Debería haber un trasvase inmediato de los gastos de armamento militar y represión de la policía estatal en inversión en suficientes vehículos, aviones y helicópteros de extinción de incendios.
¡Abajo el gobierno burgués que ha mostrado una indiferencia criminal, responsable de estos incendios catastróficos! Por la elección de un gobierno obrero que otorgue la máxima prioridad a la protección de los bosques y a la extinción de incendios, tomando todas las medidas necesarias como parte de una política socialista de expropiación de los capitalistas y con el establecimiento de una economía centralizada y democráticamente planificada.