El 15 de Octubre vivimos una jornada de lucha muy importante que recorrió gran parte del mundo. En México se realizó una tribuna abierta y otra serie de actividades en el Monumento a la Revolución, convocada por la Asamblea de los Indignados Mexicanos (donde participa el Sindocato Mexicano de Electricistas y diversas organizaciones sociales) y Tomemos las calles México. La reunión fue muy interesante, con la asistencia de unas 1500 personas, en su mayoría jóvenes. Se podían leer pancartas que vinculaban esta acción con la jornada global, resaltando las actuales protestas en EEUU, pero también se reflejaba el impacto de las luchas estudiantiles en Chile, las protestas de masas en el mundo Árabe y en Europa.
Durante horas escuchamos a un orador tras otro, un compañero dio un discurso muy interesante explicando cómo los banqueros gobiernan el mundo y no los gobiernos, explicando que el problema era el sistema capitalista, pero al final señalando que era importante organizarnos horizontalmente y desde abajo. Otros compañeros llevaban pancartas consignas como: “nuestros sueños no caben en sus urnas”. Eso refleja como un sector de la juventud no se siente identificado con la izquierda electoral aunque aspire a una transformación profunda de la sociedad.
Hubo discursos de compañeros explicando las luchas de los trabajadores, resaltando compañeros del Sindicato Mexicano de Electricistas, también hablaron organizaciones campesinas. En las participaciones destacaron denuncias contra la presunta guerra de Calderón contra el crimen organizado, contra las matanzas en Ciudad Juárez y por que se haga justicia en el caso de los 49 niños muertos en el incendio de la Guardería ABC en Hermosillo Sonora.
Un compañero del CLEP-CEDEP hizo uso de la palabra, explicando la necesidad de la defensa de la educación pública y la lucha que ésta organización emprende por el derecho a educación de los hijos de los trabajadores. También los marxistas de La Izquierda Socialista hicimos uso del micrófono, explicando el contexto en que esta jornada se ha desarrollado, desde las revoluciones en Túnez, Egipto y el Magreb en su conjunto que han tenido un impacto en la lucha de clases en Europa con el movimiento de los indignados. Se dijo que si los zapatos nos lastimaban no por eso debíamos sacar la conclusión de ir descalzos, que si la política de la burguesía y los reformistas no nos eran útiles debíamos oponerles una política en beneficio de los trabajadores. También se enfatizó en la importancia de la organización para hacer frente a los ataques que se desatan bajo la profunda crisis del capitalismo. Se apuntó que debíamos rescatar a los sindicatos y los partidos de izquierda para que sean reales instrumentos de lucha de los trabajadores. Finalmente se dijo que si el problema era el capitalismo debíamos luchar por un sistema diferente donde tengamos un futuro y exista real democracia, este no puede ser otro que el socialismo.
La lucha de clases en Europa ha tenido un impacto importante en México, pero no se trata de repetir esquemas, en algunos países desarrollados los jóvenes y trabajadores están entrando en la escena de la lucha de clases, en México nuevas capas se integran a la lucha pero otros trabajadores y jóvenes se han enfrentado a batallas pasadas que los han llevado a sacar lecciones.
El 1 de septiembre pasado se había organizado una asamblea de los indignados, esta fue impulsada principalmente por el SME y otras organizaciones obreras, reflejando el impacto de las luchas en Europa entre la clase trabajadora. Esto le dio mayor convocatoria y consistencia a esta acción, en esta ocasión por la vía de los hechos el movimiento fue encabezado por grupos que rescatan los viejos métodos neozapatistas, que desde hace décadas les autonombran los nuevos métodos.
En la tribuna se escuchaba por los organizadores este tipo de discurso, que no tiene el impacto del pasado porque ya han mostrado su inviabilidad en el movimiento vivo en las pasadas dos décadas. Se abrió el micrófono a quien quisiera hacer uso de la voz. Podíamos escuchar discursos confusos, algunos de compañeros jóvenes que se acercan a la lucha, otros de elementos semianarquistas pequeñoburgueses, pero también se escuchó la voz de los trabajadores.
En la asamblea del zócalo del pasado 1 de septiembre estábamos presentes unas 10 mil personas, aquí solo vimos 1500 personas, quizás 2 mil, también muy por debajo de la asamblea del Morena del pasado 2 de octubre que congregó a 14 mil personas o incluso por debajo de la marcha estudiantil del 2 de octubre con una asistencia de por lo menos 10 mil jóvenes. El movimiento se expresará más fuertemente en los sindicatos y el Morena, sin embargo esta expresión de la lucha de los indignados atraerá a la política a una nueva capa de jóvenes que sacará lecciones y formarán parte del ejercito de oprimidos que darán batallas decisivas en contra del capitalismo en nuestro país.