La conducción oportunista de Jesús Ortega del PRD es escandalosa, de una forma pragmática, oportunista y servil está buscando alianzas para las próximas elecciones estatales incluso con el partido que nos robó las elecciones en 2006: el PAN.
La derecha del PRD argumenta que este tipo de alianzas ha dado resultados en el pasado, algo que es claramente falso. No buscamos el poder por el poder, ni a más políticos que lleguen a sus cargos, se olviden del pueblo y se den la gran vida. Buscamos que se aplique un programa a favor de los trabajadores del campo y la ciudad que beneficie a los más pobres del país.
Ortega dice que para cruzar una calle no necesitas principios sino dos piernas, de igual forma para él es valido aliarse con el PAN para derrocar cacicazgos como el los que mantiene el PRI en Puebla o Oaxaca. Mario Marín, después de haber sido evidenciado en sus vínculos con capitalistas pederastas a quienes les ha dado protección, sufrió un rechazo tremendo de la población poblana quienes realizaron manifestaciones de masas y en el 2006 convirtieron al PRD en la segunda fuerza política, cuando antes ni siquiera figuraba en las elecciones estatales.
En Oaxaca, es bien sabida la gran movilización revolucionaria que protagonizaron los trabajadores que se agruparon en la APPO. Si en aquel año Ulises Ruiz no cayó fue porque el movimiento no se extendió a nivel nacional y la burguesía lo mantuvo a toda costa porque era una batalla de vida o muerte que influiría en el resultado de la lucha a nivel nacional contra la imposición de FECAL en la presidencia.
¿Cuál fue el papel del PAN en todo este proceso? Es verdad que se opusieron al escándalo del Gober precioso en Puebla, pues eran los más beneficiados de su desprestigio, pero siempre y en todo momento mantuvieron una posición intransigente en defensa de los intereses generales de la burguesía en su lucha contra los trabajadores. Es hasta absurdo tener que recordar todos los ataques que el PAN ha impulsado contra los trabajadores en su segundo sexenio como el intento de privatizar PEMEX, los ataques a los trabajadores estatales con la reforma a la ley de ISSSTE o ahora el intento de desaparecer a uno de los mejores contratos colectivos y de los sindicatos más combativos del país con el cierre de Luz y Fuerza del Centro. De nada nos interesa derrocar a los cacicazgos priistas para que lleguen panistas a los gobiernos estatales o nuevos elementos mafiosos como Guadarrama en Hidalgo, esto no representará ningún cambio real.
AMLO se ha pronunciado, firmemente y correctamente contra estas alianzas. Dice que la única diferencia entre el PRI y el PAN es que unos son ladrones y otros son rateros, dejando en claro que no hay diferencias fundamentales entre ambos partidos de la burguesía. Dice que él no apoyará las alianzas del PAN, incluso en estados como Veracruz se da una lucha abierta por impulsar al candidato de los chuchos y por el otro lado impulsar al candidato del frente amplio progresista.
Estas escandalosas alianzas electorales impulsadas por los chuchos han catalizado en la formación de la llamada Red Nacional por la Unidad de las Izquierdas, donde participan dirigentes del partido como Alejandro Encinas, Pablo Gómez o Alejandra Barrales. Esta ultima señaló: “que hubo un cobro de factura de los votantes hacia nosotros, que tiene mucho que ver con nuestras prácticas internas, y por eso resulta importante reorganizarnos de una manera directa… se confirmó el desgaste de liderazgos en el PRD y de algunas prácticas que se venían dando”. Es verdad, es necesario un cambio en el actuar del PRD y eso pasa por dar una batalla franca contra la derecha del partido encabezada por Jesús Ortega y en primer lugar derrotar los intentos de alianza con la derecha.
Nos párese correcto hacer frente único contra los chuchos y dar una batalla interna y como señalaron en el lanzamiento de la Red Nacional por la Unidad de las Izquierdas: "Nuestro programa es por la transformación social, económica y política de nuestra nación. Quienes suscribimos estos planteamientos nos haremos cargo y seremos actores del cambio con el pueblo mexicano, acompañados del impulso de los movimientos sociales y la lucha parlamentaria, contrario a aquellos grupos oligárquicos que han optado por la entrega de los recursos nacionales y contra el Estado laico, libre y democrático".
Ese es el camino que se debe seguir, romper toda alianza con la burguesía y sus partidos y aliarse con los sindicatos, organizaciones campesinas, estudiantiles y populares. AMLO se está preparando para poder derrotar a la derecha en las elecciones del 2012, eso es correcto, pero no podemos esperar hasta entonces para luchar por los cambios. La alianza del PRD y PT con los sindicatos se debe dar en la práctica, iniciando con un apoyo firme y decidido al SME. Se debe pasar de las palabras a los hechos participando masivamente en las manifestaciones y sumándose a la preparación de la huelga nacional.
Esta alianza con las luchas de los trabajadores, sumada a un fortalecimiento de los comités de base del PRD, la unidad de las corrientes de izquierda contra los chuchos y la organización y movilización de la militancia, casas del movimiento, redes ciudadanas, círculos de estudio y demás estructuras de base de nuestro movimiento, contra los Chuchos y la derecha del PT es lo que podrá evitar la alianza con el PRI y el PAN en las próximas elecciones. Esto no será suficiente, se requiere que los candidatos del FAP apliquen un programa de clase firmemente orientado a la defensa de los intereses de los trabajadores del campo y la ciudad y se comiencen a tomar medidas contra los arribistas que busquen beneficios personales, por eso nuestros candidatos deben mantener un salario no mayor al de un obrero calificado y el resto de sus salarios se deberán usar para el gasto social y/o el apoyo de las luchas de los trabajadores.