Mientras los principales líderes de las potencias imperialistas, desde Biden hasta Scholz, Macron y muchos otros, han derramado lágrimas de cocodrilo sobre el "excesivo número de civiles muertos" en Gaza, en la práctica todos ellos han estado colaborando con el gobierno israelí. No sólo con ayuda militar, sino también estrangulando económica y socialmente al pueblo palestino, contribuyendo a crear las condiciones materiales sobre las que no es posible una administración propia palestina viable. Colaboran abiertamente con Netanyahu mientras él y sus amigos sionistas de extrema derecha intentan destruir lo poco que queda de territorio palestino.