¡LA VIDA Y LA SALUD ANTES QUE LOS BENEFICIOS!
La COVID-19, la gestión desastrosa al inicio de la pandemia y el pánico mientras tanto instalado, amenazan a centenares de miles de puesto de trabajo y a los ya insuficientes salarios de gran parte de los trabajadores portugueses. Desempleo, reducción de salarios y prestaciones y austeridad sin fin para, una vez más, pagar los “paquetes económicos” que se anuncian.
La crisis humana y social que está por llegar amenaza con echar por tierra la tímida recuperación del capitalismo portugués, recuperación que tiene como ejes fundamentales el crecimiento del empleo en el sector servicios, bajos salarios y el boom del turismo y del mercado inmobiliario para atender a ese turismo a costa de los empobrecidos residentes locales de las ciudades.
En este contexto de declaración del Estado de Emergencia, que incluye la limitación de derechos y garantías, esto será usado más pronto que tarde para reprimir la resistencia de los trabajadores a los ataques que se vaticinan sobre sus puestos de trabajo, salarios y derechos.
Nos solidarizamos completamente con las protestas de los trabajadores que se han venido aconteciendo estos días, desafiando el chantaje de escoger entre la propia vida y el trabajo.
Pero, ¡los apoyos no llegan!
Los sindicatos, en particular la CGTP, tienen desde ya la obligación de exigir, con efectos inmediatos, condiciones de trabajo seguras para todos los trabajadores de todos los sectores sin recorte de salario o de puestos de trabajo.
Todos los trabajadores, exceptuando los sectores sanitario y de emergencias, tienen que parar hasta que:
- Los lugares de trabajo sean reorganizados para garantizar la seguridad de todos los trabajadores;
- Todos los empleos afectados por esta crisis sean garantizados con un salario integral, independientemente de las medidas de cuarentena necesarias;
Exigimos medidas de emergencia a favor y no en contra de los trabajadores:
- Control de los trabajadores de los sectores esenciales de la economía, como el abastecimiento de agua, gas y electricidad para que puedan ser reorganizados para maximizar la seguridad y la eficiencia.
- Expropiación del sector privado de salud para el SNS, bajo control de los mismo médicos y profesionales de sanidad.
- Los fondos de emergencia para cubrir inversiones adicionales en el SNS. Los costes para impedir los despidos masivos y los recortes salariales deben de provenir de medidas extraordinarias contra el capital (por ejemplo: suspensión de pagos de intereses y de deuda pública, impuestos extraordinarios sobre las grandes fortunas, operaciones bursátiles y capitales).
- Los derechos democráticos de los trabajadores y, en particular el derecho a huelga, deben permanecer intactos.
¡Huelga general ya!
¡Por el derecho de los trabajadores de garantizar su propia seguridad!
¡Solo el capital puede y debe pagar su propia crisis económica!
¡La vida y la salud antes que los beneficios!