En un acto marcado por un gran entusiasmo, y que todos los asistentes calificaban como histórico, alrededor de 500 trabajadores pertenecientes a unos 100 sindicatos del Estado Zulia instalaban el pasado jueves 4 de Septiembre el I Congreso Zuliano por la Unidad de los Trabajadores Socialistas.
La realización de este Congreso fue una iniciativa unitaria por parte de dirigentes y activistas sindicales que participan, o han participado, en las diferentes corrientes en que se ha dividido la UNT a lo largo de los últimos dos años. El Congreso también contó con la participación de colectivos de trabajadores, sindicatos e individualidades que no se encontraban inscritos en ninguna de dichas corrientes pero que coincidían con el objetivo central del evento: impulsar un debate sobre el programa de lucha y plan de acción que debe llevar adelante el movimiento sindical bolivariano en este momento de la revolución para recuperar su unidad y poder hacer avanzar la revolución definitivamente hacia el socialismo.
Las bases contra la división: por la unidad para hacer avanzar la revolución
Participaron los sindicatos más importantes del Zulia, desde sindicatos de distintas contratistas de PDVSA y de la propia empresa estatal petrolera hasta sindicatos como el de Hidrolago, Pequivén, el sector salud, enseñanza, trabajadores de las distintas instituciones públicas (Minptrass, Mppilco, Inpsasel,…), de la industria farmacéutica, de las empresas privadas más importantes (Regional, Polar,…) de los bomberos, diferentes sindicatos de la construcción, etc. También se sumaron colectivos como los trabajadores que promueven la creación de Consejos de Trabajadores en PDVSA y voceros de varias empresas recuperadas por los trabajadores como la Empresa Láctea Socialista de Machiques (antigua Parmalat), Cemento Andino (de Trujillo), Central Azucarero Motatàn (también del Estado Trujillo) así como el Frente Nacional de ExTrabajadores de Coca Cola.
Las más de 300 sillas colocadas por los organizadores se vieron desbordadas por los asistentes, una gran parte de los cuales hubo de mantenerse en pie a lo largo de todo el acto de instalación.
Dirigentes de los principales sindicatos organizadores del Congreso abrieron el mismo y constituyeron un presidium que llenaba todo el escenario del enorme Salón Simón Bolívar del Hotel del Lago. Los organizadores del Congreso saludaron la participación de colectivos revolucionarios como la Corriente Marxista Revolucionaria agrupada entorno a “El Militante” (Vocero marxista del PSUV), la Juventud Obrera Católica (JOC) y la Juventud Comunista y les invitaron a formar parte del Presidium.
Roberto López, hizo un recorrido por la crisis internacional del capitalismo y explicó como la revolución venezolana es un punto de referencia para los trabajadores de toda América Latina, por lo que “estará permanentemente amenazada por el imperialismo estadounidense”. Destacó como, tras diez años de revolución, a pesar de los avances conseguidos por el movimiento revolucionario, “existen numerosas fallas y contradicciones internas que socavan el proceso revolucionario” e insistió en la necesidad de que la clase obrera entre en escena con sus propias propuestas y programa, dirigidos al conjunto del movimiento bolivariano. Tanto él como el resto de oradores mencionaron uno de los lemas que presidía la celebración del Congreso “Sin clase obrera no hay socialismo” y defendieron la necesidad de unificar a todos los sindicatos y colectivos obreros partidarios del proceso revolucionario.
A continuación intervinieron Rafael Prieto, Lilí Rincón, Guly Bert Antúnez y otros dirigentes de diferentes sindicatos del Estado Zulia. Todos los participantes coincidieron en la necesidad de recuperar la unidad del movimiento obrero que apoya el proceso revolucionario y en la urgencia de que la clase obrera se ponga al frente de la lucha por hacer avanzar la revolución hacia el socialismo y derrotar el saboteo tanto de los capitalistas como de la burocracia.
Las mayores ovaciones las recibieron estos llamados a la unidad y las propuestas defendiendo el control obrero a través de los Consejos de Trabajadores. Este sentimiento se vio reflejado en las intervenciones de algunos dirigentes nacionales presentes en el acto como Marcela Máspero, dirigente nacional de la corriente CTR (Colectivo “Trabajadores en Revolución”) y Pedro Euce, del Colectivo Cruz Villegas. “Las bases nos están exigiendo a los dirigentes que dejemos de lado intereses particulares para construir la herramienta que necesita la clase obrera, el dirigente que no lo comprenda será superado”
Por la estatización bajo control obrero y los Consejos de Trabajadores
El Viernes 5 los participantes en el Congreso nos dividimos en tres mesas de trabajo: “Organización de los trabajadores socialistas y unidad del movimiento sindical bolivariano”, “Plataforma de Lucha” y “Los trabajadores y la organización de la economía socialista”. Entre los acuerdos más importantes del Congreso está el de constituir un Comité por la Unidad Sindical cuyo objetivo sea impulsar la unidad de las distintas tendencias, sindicatos y colectivos que apoyan el proceso revolucionario en el Estado Zulia y luchar por el mismo objetivo a nivel nacional, “incluyendo la posible realización de un Congreso Nacional de trabajadores para la refundación del movimiento sindical bolivariano”.
Como explicaba uno de los dirigentes sindicales participantes “las divisiones sindicales vienen paralizando al movimiento obrero revolucionario desde el II Congreso de la UNT , debemos superar estas divisiones o la clase obrera no podrá jugar el papel de vanguardia que le corresponde en esta revolución”.
Entre los puntos de la Plataforma de Lucha destacan: “la creación de Consejos de Trabajadores para la gestión directa de la producción en las empresas del estado”, el “paso de las grandes empresas privadas a propiedad del estado”, el “control obrero en las empresas privadas medianas y pequeñas”, el “monopolio estatal del comercio exterior”, la “elección directa de los Directores laborales en todas las empresas estatales y en las grandes y medianas empresas privadas”, la “reducción de la jornada de trabajo a 6 horas”, el aumento de salarios en relación a la inflación y la elaboración de una Ley Orgánica de Trabajo (LOT) al servicio de los trabajadores. Hubo distintos aportes a la discusión, como el de los camaradas de la Fuerza Bolivariana Socialista de Trabajadores (FSBT) de San Francisco, que proponían la recuperación de todas las empresas abandonadas en este Municipio y en Maracaibo mediante la cogestión.
A lo largo del debate en las distintas mesas y en conversaciones ,individuales y en grupo, fuera de las sesiones muchos camaradas denunciaban la actuación de distintos alcaldes, gobernadores y funcionarios del estado que “aunque se disfrazan con la franela roja” en lugar de ayudar al avance de la revolución frenan el mismo y atacan al movimiento obrero. Aunque en el congreso participaron militantes de diferentes partidos y organizaciones políticas que apoyan el proceso revolucionario, la conclusión que expresaban la mayoría de los asistentes era la de cerrar filas el 23 de Noviembre apoyando a los candidatos del PSUV frente a la derecha pero organizándose y luchando al mismo tiempo para imponer los intereses de la clase obrera y completar la revolución.
Como expresaba un camarada: “La clase obrera aquí en el Zulia, al menos, y creo que en prácticamente en todo el país, no está representada en la dirección del Partido. Hay una lucha entre reformistas y revolucionarios dentro del PSUV y es necesario que los trabajadores nos organicemos para luchar dentro del partido por un programa y unas políticas de clase, verdaderamente socialistas. Hay que organizar un Encuentro Nacional de todos los trabajadores que militamos en el PSUV para debatir como hacemos llegal el programa y las aspiraciones de la clase obrera a la dirección del Partido”.
Reformismo o revolución
La mesa sobre “construcción de la economía socialista” ,donde hubo un rico debate y los trabajadores de distintas empresas recuperadas explicaron sus experiencias, llegó a la conclusión de que la economía en Venezuela sigue siendo capitalista y que no se pueden construir empresas socialistas aisladas en el marco de una economía capitalista. Por ello se defendió que para construir el socialismo es necesario que las grandes empresas estén en manos del estado.
Giusseppe Raspa, de la UNT Zulia, introdujo la mesa explicando que la economía que existe hoy en Venezuela sigue siendo capitalista. “No se pueden construir empresas socialistas mientras la economía siga rigièndose por las leyes del capitalismo. Es el conjunto de la economía el que tiene que ser socialista”. El camarada Raspa destacó distintos avances que se han producido en ese camino como la nacionalización de distintas empresas, lo que hace que el peso del estado en la economía venezolana sea muy importante. “Sin embargo, advirtió, la simple nacionalización de una empresa no garantiza el avance hacia el socialismo. En el pasado, por ejemplo en los años 70, hubo nacionalizaciones y sólo sirvieron para aplicar un “capitalismo de estado”. “La nacionalización debe extenderse a los sectores decisivos de la economía y hacerse bajo control obrero.”
Como explicaba el Papel de trabajo repartido como base para la discusión de esta mesa: “Las alternativas (para la revolución) son claras: o aceptar una involución reformista que en el medio plazo lleve a la victoria de la derecha o una aceleración del proceso revolucionario hacia el socialismo. Para que lo primero ocurra basta dejar las cosas como estàn. (...) Para que ocurra lo segundo se necesita una voluntad organizada que empuje hacia la expropiación del gran capital “nacional” e imperialista sobre los grandes medios de producción y organice una alianza productiva cuyo eje central se encuentre entre el estado y los trabajadores”.
Estatización de las empresas ocupadas. Apoyo a INAF, Gotcha y MDS
Todos los voceros de fábricas recuperadas presentes coincidían en que los principales obstáculos que están encontrando estas empresas son: la imposibilidad de avanzar en el marco de un sistema como el capitalista y el saboteo que, además de los propios capitalistas, ejercen sectores de la burocracia del estado que “juegan al fracaso” de estas experiencias. Para combatir esta situación se acordó impulsar un Encuentro Nacional de Trabajadores de Empresas Recuperadas, empresas estatales, sindicatos y directores laborales para debatir esta problemática y presentar una propuesta unitaria de los trabajadores al gobierno bolivariano.
Otros acuerdos fueron la propuesta de que las empresas expropiadas sean estatalizadas pero gestionadas por los propios trabajadores a través de Consejos de Fábrica formados por voceros elegibles y revocables por las asambleas de trabajadores. También se insistió en que los sindicatos y los Consejos de Trabajadores no son incompatibles sino que deben actuar mancomunadamente. Todos los participantes firmaron la resolución propuesta por el FRETECO y la CMR defendiendo la expropiación de Industria Nacional de Artículos de Ferretería (INAF), empresa de Cagua (Edo. Aragua) que los trabajadores han recuperado durante los dos últimos años y de la que ahora el empresario quiere desalojarles, así como de Gotcha (Aragua) y MDS (Carabobo), saludando la expropiación de Acerven y defendiendo la estatización bajo control obrero de todas estas empresas.
Un ejemplo a seguir
Esta misma resolución fue aprobada por la plenaria junto a otras entre las que cabe destacar una de solidaridad con el pueblo yukpa, en su lucha contra los terratenientes, ganaderos y la quinta columna que desde algunos sectores del ejército y el aparato del estado está actuando en connivencia con aquellos, y otra en solidaridad con los sindicalistas que son reprimidos y asesinados en la vecina Colombia. Durante el Congreso también se recogieron firmas y aprobaron resoluciones en apoyo a los trabajadores de Fundimeca así como denunciando el despido de varios sindicalistas como Nerio Ulloa, del Hospital Universitario de Maracaibo (HUM), y otros, y exigiendo su reenganche.
El Congreso contó con los saludos de dirigentes del Ministerio de Trabajo como el viceministro Abraham Mussa en su instalación y del Ministro Roberto Hernández en la clausura. Todos los asistentes con los que tuvimos la oportunidad de hablar valoraron el resultado final como un gran éxito, a pesar de las enormes dificultades organizativas e intentos de saboteo que, según relataban varios trabajadores participantes, sufrió el evento, lo que motivó varios aplazamientos del mismo.
Finalmente, el esfuerzo de diferentes sindicatos -como el de los propios trabajadores del Hotel del Lago y otros- hizo posible conseguir un lugar donde celebrar el encuentro y que éste se desarrollase en las mejores condiciones posibles. Ahora, como explicaba un dirigente sindical zuliano, “queda por delante la lucha para lograr no sólo que los acuerdos alcanzados se lleven a la práctica sino sobre todo para que este Congreso por la Unidad Sindical del Zulia se convierta en ejemplo y punto de referencia para el conjunto del movimiento sindical revolucionario del país”