Protestas estudiantiles en Alemania

Más de 250.000 estudiantes de secundaria y universidad, jóvenes trabajadores y profesores, participaron la semana pasada en una "huelga educativa" en Alemania.

Las manifestaciones más grandes de este "día de acción" del miércoles se pudieron ver en Berlín (casi 30.000 participantes), Stuttgart (15.000) y Hamburgo (13.000). Hubo manifestaciones más pequeñas en más de 100 ciudades y pueblos de toda Alemania. Pero con las manifestaciones no se termina la historia.

Los estudiantes han ocupado universidades en varias ciudades. El jueves y el viernes hubo robos simbólicos de bancos, donde los estudiantes ocuparon los bancos y exigieron dinero para educación en lugar de rescates para los banqueros. El movimiento huelguístico estuvo organizado por muchas organizaciones de izquierdas, pero las más importantes fueron las organizaciones juveniles del Partido de la Izquierda (Juventud de Izquierdas), principalmente relacionada con estudiantes de secundaria y jóvenes trabajadores, y el SDS (Sindicato de Estudiantes Socialdemócratas) que organiza a los universitarios. A parte de las organizaciones de izquierdas, se pudieron ver comités de huelga auto organizados, especialmente en institutos. En los institutos se hicieron los intentos políticos de unir a tantos estudiantes como fuera posible en comités de huelga para discutir las razones de la huelga y organizar actividades, la participación en las manifestaciones muy alta, a pesar de las medidas disciplinarias anunciadas por muchos directores de institutos.

Razones de las protestas y reacciones

La participación de 250.000 jóvenes fue dos veces superior a lo esperado. Para la mayoría de los participantes en la huelga era obvia la conexión entre, por un lado, la crisis económica y el rescate a los empresarios y, por el otro, la miseria del sistema educativo que sufren. La consigna central fue: "¡No pagaremos vuestra crisis!" En los últimos años los estudiantes han visto recortes de gasto en escuelas y universidades, a veces sin crisis económica. Hay un profundo temor a que esta situación empeore en el próximo período, cuando la clase obrera y la juventud serán los que cargarán con el coste de la crisis. Pero, al menos entre los estudiantes, este miedo se ha comenzado a transformar en resistencia con esta semana de protesta. Hay la posibilidad de que puedan tener un impacto sobre los trabajadores y sindicatos, también, puede ser un ejemplo de lo que vendrá en el futuro.

Mientras que el movimiento huelguístico estuvo apoyado por el Partido de la Izquierda y algunos sindicatos, el Partido Socialdemócrata (SPD) guardó silencio, sólo declaró su apoyo a las reivindicaciones de los estudiantes, una vez se dieron cuenta del impacto del movimiento y veían la posibilidad de golpear al Partido Conservador (CDU) antes de las elecciones de septiembre. La ministra conservadora de educación, Annette Schavan (CDU) declaró al principio dijo que las peticiones de los estudiantes eran "de ayer", para cambiar unos días después y culpar de la miseria educativa a los ministerios educativos de los estados federales alemanes, que formalmente son responsables de la política educativa.

En la mayoría de las ciudades las reacciones de las autoridades contra las protestas en las calles fueron bastante templadas. Hay diferentes razones para ello. En algunas ciudades incluso los rectores de las universidades declararon su apoyo a la huelga e incluso animaron a los estudiantes a participar. Esto refleja la división que recorre a la clase capitalista alemana cuando se trata de las cuestiones de la política educativa de las universidades. Mientras que por un lado la clase dominante está totalmente a favor de la reorganización neoliberal de la estructura universitaria alemana, y hay otro sector, un poco más inteligente y perspicaz, que comprende que estas medidas socavan la educación de los especialistas que son necesarios para la producción y reproducción capitalista. La principal política en la reestructuración de las universidades alemanes, que se ha producido durante los últimos años, es lo que se denomina "creación de un espacio educativo europeo" (también conocido como proceso Bolonia), aplicado por todos los gobiernos en la UE. Para Alemania esto significa la implantación de matrículas, recortes del número de profesores y ayudantes, también el dinero destinado a investigación y sobre todo las licenciaturas académicas. Para los estudiantes significa una selección social dura, debido a las matrículas, y unas peores condiciones de estudio. La calidad de la enseñanza e investigación que un profesor o grupo de investigación proporciona hoy en día con frecuencia se mide en cuánto dinero pueden generar para las empresas y trust privados. Esto lleva a un control más directo de lo que se enseña y se investiga, así que aumentarán los cursos que están orientados a la investigación a corto plazo y que satisfagan las necesidades de ciertos capitalistas.

Estudiantes universitarios

Los estudiantes universitarios ocuparon varias universidades en muchas ciudades, principalmente el miércoles, el día de las grandes manifestaciones. En muchas facultades se paralizaron totalmente las clases. Pero también hubo muchas asambleas de estudiantes antes y después del día de lucha, que a menudo terminaban en protestas espontáneas u ocupaciones de universidades con el objetivo de crear un espacio para la organización política y discusión de los estudiantes. En muchos casos estos edificios ya servían para este propósito en el pasado. Existe una larga tradición de organización política entre los universitarios alemanes, el ejemplo fue el movimiento estudiantil de 1968. Estos espacios de organización política se habían abandonado estos últimos años y ahora se intenta recuperarlos de nuevo. Desde 1968 la actividad política se incluía y aceptaba en las universidades, como parte de la educación. Eso se terminó durante los últimos años basándose en la reestructuración de las universidades que supuso una enorme presión de horarios para los estudiantes.

Las principales reivindicaciones de los estudiantes universitarios en las protestas iban dirigidas contra el proceso de reestructuración de las universidades. Principalmente exigían la retirada del sistema Bachelor/Master y la eliminación de las tasas universitarias. Pero no terminó la historia para la mayoría de los estudiantes, también añadieron más reivindicaciones, como la democratización de las universidades. Formalmente los estudiantes de la universidad alemana pueden participar en sus órganos de dirección con delegados elegidos por los alumnos, pero en realidad nunca pueden tener la mayoría en estos órganos. De ahí que pidan que en las universidades existan comités formados por estudiantes, trabajadores universitarios y personal educativo en proporciones iguales. Pero además se exige más dinero para educación. Desgraciadamente, la debilidad de la lista de reivindicaciones era la enorme diversidad y la falta de concreción de las reivindicaciones. No hay una cantidad concreta de dinero ni de profesores, algo que habría servido como una medida inmediata exigida al gobierno.

Estudiantes de secundaria

El sistema de educación secundaria alemán es conocido internacionalmente por ser el más selectivo socialmente y el más atrasado de toda Europa occidental. En realidad, está basado en el viejo sistema educativo prusiano de tres clases y ha permanecido prácticamente inalterable durante 150 años. En la mayoría de los estados federales alemanes los estudiantes de secundaria se dividen después del cuarto grado, que significa a la edad de 10 o 11 años, a tres institutos diferentes, que determinan su futuro educativo. La escuela superior de segundaria (Gymnasium) lleva directamente al grado (Abitur) que permite al estudiante ir a la universidad, despu´se de 8 o 9 años de instituto. Pero sólo los mejores estudiantes de secundaria, después de pasar el cuarto grado, pueden entrar al Gymnasium. Las estadísticas demuestran claramente que los hijos de las familias obreras están claramente sub-representados en este tipo de estudios, por supuesto sucede lo mismo con la universidad. La mayoría de los hijos de la clase obrera van al nivel medio (Realschule) o a la educación nivel inferior (Hauptschule). En estos centros de estudio es casi imposible conseguir el grado que te permita ir a la universidad. En muchas zonas urbanas, que inevitablemente tienen una tasa de desempleo elevada, los jóvenes que se gradúan en Hauptschule nunca tienen la oportunidad de encontrar trabajo y se convierten en parados después de terminar los estudios.

Por esa razón, las principales reivindicaciones del movimiento huelguístico relacionadas con los institutos van dirigidas contra la separación de los estudiantes de secundaria en tres ramas diferentes a los diez años de edad. Exigen una enseñanza de calidad para los jóvenes con menos de 18 años, con la exigencia de democratización de los institutos bajo el control de comités de estudiantes, padres y profesores, para que puedan decidir juntos qué y cómo se enseña. La Juventud de Izquierdas es la que está llegando más lejos con sus reivindicaciones para que el sistema educativo se organice democráticamente en una sociedad no capitalista. Pero también eso está relacionado con reivindicaciones más cotidianas y concretas, como más profesores, mejores condiciones de trabajo, formación para los profesores y eliminación de las tasas y costes educativos. La educación gratuita siempre está bajo ataque. En muchos institutos los padres han tenido que pagar ya por libros y gastos de enseñanza. Este dinero con frecuencia es difícil de conseguir para las familias obreras.

Sindicatos, profesores y jóvenes trabajadores

El movimiento huelguístico ha experimentado una cantidad sin precede de solidaridad de profesores y sindicatos. Algunos sectores sindicales publicaron llamamientos de solidaridad con los estudiantes. En algunas regiones, por ejemplo en Berlín, el sindicato de profesores (GEW) convocó el miércoles un día de huelga para los profesores y así podían unirse a las manifestaciones con los estudiantes. En Stuttgart los trabajadores de guarderías, que actualmente están en huelga por mejores salarios y el convenio colectivo, se unieron a la manifestación estudiantil. Aunque los trabajadores todavía no están muy representados en el movimiento, la solidaridad expresada y las convocatorias de huelga fueron un gran paso adelante. La unión de estudiantes y trabajadores representa un cambio comparado con los últimos años de luchas estudiantiles.

Perspectivas

Este movimiento estudiantil, que comenzó con una semana de acción, tiene la posibilidad de durar unos meses. Los estudiantes han experimentado la fuerza de la unidad de acción, pero también ganado la experiencia de que, a pesar de los esfuerzos, no han conseguido nada. Ahora hay discusiones políticas en las universidades, institutos y centros de trabajo para analizar cómo el movimiento puede avanzar y cómo se pueden conseguir las reivindicaciones. Si se sacan las conclusiones correctas, el movimiento puede fusionarse con el movimiento obrero, e incluso convertirse en la chispa que encienda al movimiento obrero, como ocurrió en Francia en 1968 donde una gran huelga general, que llevó a una situación revolucionaria, estuvo precedida por un movimiento estudiantil y por intensas discusiones políticas en las universidades. En realidad existe la posibilidad de que el Partido de la Izquierda y su organización juvenil actúen como una abrazadera organizativa que una a trabajadores y estudiantes en una lucha colectiva.

Der Funke, sección alemana de la CMI, participó activamente en la preparación de la huelga, como parte de la organización juvenil del Partido de la Izquierda. Siempre planteamos tres reivindicaciones que deberían adoptar el movimiento y el acercamiento a la clase obrera. Las consignas son: 1) La necesidad de crear comités de huelga en cada instituto, universidad y centro de estudio para discutir y decidir democráticamente las reivindicaciones políticas y la organización; 2) solidaridad con los profesores, jóvenes trabajadores y trabajadores en huelga, para construir lazos con la clase obrera; 3) establecimiento de reivindicaciones concretas y su adopción por parte del Partido de la Izquierda y su organización juvenil, para unir la lucha y alcanzar sus objetivos.

Continuamos con nuestro trabajo y somos optimistas de que esta semana de acción de los estudiantes sean los primeros pasos de un movimiento que sacudirá a Alemania de arriba abajo, después de años de recortes a la clase obrera y la juventud, que represente un avance para la mejora de las condiciones de vida y finalmente una primera visión del socialismo.

Fuente: El Militante

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