El pueblo hondureño contra el Golpe de Estado

La situación en Honduras, lejos de estabilizarse para los golpistas, ha ido evolucionando en las líneas de una insurrección popular con el paso de las horas.

Tegucigalpa amaneció el lunes bajo toque de queda. Los choques entre las fuerzas golpistas alrededor de la Casa Presidencial y centenares de manifestantes que exigen el retorno de Manuel “Mel” Zelaya se saldaron con "heridos por todas partes: gente, militares, policías", relató un fotógrafo de la AFP, según cita el diario colombiano El Tiempo. "Los militares están disparando a discreción", dijo el reportero. Otra fuente confirmó "decenas de heridos". De acuerdo a imágenes transmitidas por TELESUR, los manifestantes eran replegados por chorros de agua coloreada de rojo para marcar a quienes protestan.

“Los militares, ayudados por la policía antidisturbios, salieron para cargar con violencia contra los ciudadanos. Sobre las calles de Tegucigalpa ya cayeron las primeras gotas de sangre.”, indica la edición de hoy martes 30 del diario español El País. Entre las víctimas de la arremetida de las fuerzas represivas está Rosel Ulises Peña, un joven trabajador de la empresa de telecomunicaciones HONDUTEL, arrollado por un camión militar. Ulises, de 30 años, estaba en la puerta de la empresa cuando los soldados acudieron para tomarla y bloquear, aún más, las ya pésimas comunicaciones en el país. Además de la capital, se registraron duros enfrentamientos contra los golpistas en San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, donde se tomaron las carreteras principales que comunican a San Pedro Sula con Guatemala y en el Progreso también se registraron cortes de carreteras, donde hubo al menos dos heridos de bala. El periodista colaborador de TELESUR, Roberto Parra, desde el departamento de Intibucá (occidente de Honduras), declaró que los accesos a las carreteras principales se encuentran militarizados.

Las calles adyacentes a la Casa Presidencial fueron escenario de violentas cargas policiales. El objetivo del despliegue era despejar la avenida Juan Pablo II para permitir que el presidente de facto, Roberto Micheletti, pudiera acceder a su nuevo despacho oficial así como de los nuevos funcionarios del Gobierno de facto. Para ello, los policías y los soldados no tuvieron inconveniente en utilizar de gases lacrimógenos, porras de madera y proyectiles de goma. Las fuerzas represivas incluso contaron con el apoyo de un helicóptero para atacar a los manifestantes, quienes intentaron mantenerlos a raya con palos y piedras. “Los policías nos ‘encircularon’”, dijo Joel Flores, un electricista de 19 años que estaba en el grupo que fue dispersado con gases. “Empezaron a golpear a todos y tiraron gases”, agregó con sus ojos rojos, según reporta el diario mexicano El Universal. La Cruz Roja tuvo que atender a decenas de personas contusionadas, algunas de ellas con heridas abiertas en la cara. Según reportó el diario La Tribuna de Honduras en su portal electrónico, al menos unas 47 personas resultaron gravemente heridas en dos fuertes enfrentamientos y al menos 27 manifestantes fueron detenidos, entre ellos siete sindicalistas del gremio de taxis.

Pero debemos recordar que los medios hondureños han estado prestos a defender el golpe de Estado en Honduras y al igual que lo hicieran en Venezuela en 2002, han jugado un papel principal en este alzamiento de la burguesía y del imperialismo. Desde el domingo, las estaciones de televisión y radio seguían transmitiendo música tropical, novelas y programas gastronómicos, pero haciendo poca referencia a las muestras de repudio o la condena internacional del golpe de Estado. De hecho, ese mismo diario hondureño publica hoy sendos artículos que deja bien clara su línea editorial. En “Honduras defiende su democracia”, se inicia el artículo diciendo “La campaña de Hugo Chávez para forjar una coalición sufrió un revés ayer cuando las Fuerzas Armadas de Honduras derrocaron a su presidente por abusar de la Constitución del país.” En otro artículo, titulado astutamente “83% de hondureños apoya la decisión de la Corte Suprema”, habla es de una encuesta realizada por la Cadena Univisión en su portal de internet con la pregunta “¿Hizo lo correcto la Corte Suprema de Justicia de Honduras al ordenar el derrocamiento del Presidente Manuel Zelaya?”. El diario declara que “Los primeros resultados revelan que un 83 por ciento de los votantes de la encuesta de Univisión se pronuncian a favor de la decisión de la CSJ mientras que un 17 por ciento dice estar en contra.” Se trata obviamente de una encuesta con un muestreo totalmente parcializado, que no refleja para nada la verdadera correlación de fuerzas que se vive en las calles de Honduras.

Los aeropuertos del país han sido militarizados y desde ayer toda persona que ingresa a Honduras está siendo requisada por el personal de seguridad de la empresa concesionaria de los cuatro aeropuertos internacionales del país. El Aeropuerto Internacional de Toncontín vio reforzada anoche la seguridad con un fuerte dispositivo militar al lugar. Asimismo, comandos policiales y militares recorren los alrededores para defender el edificio de una posible toma por parte de las masas populares que combaten en las calles contra el golpe de Estado. Anoche esa terminal aérea se encontraba abarrotada de turistas y delegaciones religiosas que intentaban salir del país a consecuencia de la crisis política que atraviesa Honduras. Los militares se movilizaban en vehículos especiales por lo largo y ancho de la pista, mientras que los policías eran transportados por carros de la concesionaria, acción que despertó diversos comentarios entre los turistas y sus familiares, según reporte del diario La Tribuna.

La represión ha estado no sólo dirigida a quebrar las manifestaciones públicas sino que también ha escogido a varios dirigentes obreros y populares, como lo indicaba en su artículo de ayer el camarada Jorge Martín, así como contra los medios de comunicación alternativos. Ayer tres integrantes del equipo de TELESUR fueron detenidos por efectivos militares en Honduras, mientras daban cobertura a los enfrentamientos, pero posteriormente fueron puestos en libertad, informó una directiva del canal. Según indica el diario peruano Los Andes, “Uno de los miembros del equipo reporteril de esta cadena de televisión resultó herido tras ser impactado por una de las balas antimotín, disparadas por los militares que también golpearon al camarógrafo de Telesur. La enviada especial de esta cadena Adriana Sivori, reportó desde Honduras que los militares arremeten contra los manifestantes con bombas lacrimógenas y se escuchan detonaciones.”

La emisora Radio Globo, que había cerrada por las fuerzas golpistas, ha empezado nuevamente a transmitir desde este martes, a las 6:00 de la mañana. Según informa dicha estación, la represión sigue presente en Honduras por parte de los militares golpistas, que han incluido retenciones de autobuses de personas que iban a manifestar a Tegucigalpa.

La soberbia de la burguesía proimperialista hondureña

Pese al creciente rechazo y desconocimiento de su gobierno, Micheletti procedió ayer a la conformación de su gabinete presidencial con la juramentación de varios de sus ministros y el nuevo canciller Enrique Ortez Colindres. Entre los funcionarios juramentados figuran Gabriela Núñez, ministra de Finanzas; Desiré Rosales, ministra del Consejo de Ciencia y Tecnología de Honduras (Cocith); Adolfo Lionel Sevilla, ministro de Defensa; Nicolás García Sorto, ministro del Trabajo; Norman Ochoa, secretario de la Serna; René Zepeda, nuevo jefe de Información y Prensa. También Sandra Midence, presidenta del Banco Central de Honduras, y Mario Noé Villafranca, secretario de Salud. Micheletti también ratificó en sus cargos a Jorge Rodas Gamero, ministro de Seguridad, y a Héctor Hernández, secretario de Agricultura y Ganadería (SAG).

Como era de esperarse, la ministra de Finanzas anunció que lo primero que hará es restablecer las relaciones con los organismos internacionales, entre éstos el Fondo Monetario Internacional (FMI). En tanto, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) anunció su respaldo a Micheletti, quien se encuentra bajo una fuerte presión por parte de la comunidad internacional. En un arrebato de cinismo, los empresarios atribuyeron la salida del poder del mandatario Manuel Zelaya como “resultado de un proceso sistemático de violación de la Constitución y las leyes por parte del Gobierno que él encabezó, a pesar de los innumerables” llamados de la ciudadanía e instituciones a respetar la institucionalidad de Honduras. Por ciudadanía, por supuesto, se refieren a la burguesía y a la pequeña alta burguesía del país.

Tampoco han faltado los sesudos catedráticos e intelectuales burgueses para dar todo tipo de justificativos al golpe de Estado. Según Gabriel Álvarez, un experto en Derecho Constitucional hondureño, el presidente depuesto Manuel Zelaya sería el principal responsable de la crisis que se vive en Honduras, porque “fue él quien inició la ruptura del orden constitucional de ese país y que está afectando a toda la región centroamericana, al desacatar una resolución judicial, que es de ineludible cumplimiento y al ir en contra de todos los demás poderes del Estado”, según cita en su edición electrónica de hoy el diario nicaragüense La Prensa. Según Álvarez, el Ejército hondureño, al sacar a Zelaya de su casa y enviarlo a otro país, sólo habría logrado “victimizarlo”, pero no se debería perder de vista que el principal responsable del problema es el propio presidente depuesto Zelaya. ¡No faltaba más! Incluso indica Álvarez que “Lo que está claro es que el Ejército (de Honduras) actuó de manera desproporcionada. Si el presidente (Manuel Zelaya) hizo mal, hay procedimientos (para destituirlo)”. Es decir, el fondo del golpe no es el problema, sino la metodología empleada.

Otro asalariado de la burguesía, el analista político Mauricio Díaz, lamentó en una entrevista publicada por el mismo diario nicaragüense que la Organización de Estados Americanos (OEA) haya salido al paso diciendo que Zelaya debía ser restituido, no tomando en cuenta los factores internos, ya que “en Honduras Zelaya ya no tiene apoyo de ningún lado, especialmente de los otros tres poderes del Estado, ni de los medios de comunicación”. Porque ahí está el meollo del asunto. Para estos acólitos del capital y de la burguesía no importan las masas hondureñas movilizadas en las calles del país, luchando con lo que tengan a mano contra las tropas golpistas. Lo que importa es lo que decidan los poderes constituidos del Estado burgués y los dueños de los medios de comunicación. En esta declaración, Díaz ha resumido de manera clara y concisa lo que es realmente la democracia burguesa y quiénes son los que realmente deciden el destino de los países capitalistas.

En declaraciones recogidas por la cadena Europa Press, el presidente de facto, Roberto Micheletti Baín, dijo este lunes que "El presidente Zelaya estaba llevando el país hacia el 'chavismo', estaba siguiendo ese modelo que no es aceptado por los hondureños". Si Zelaya hubiera seguido en el poder "desgraciadamente hubiésemos tenido la mala suerte de caer en un orden anárquico en el país, hubiésemos tenido la obligación de cumplir los mandatos del presidente y no de la ley", agregó Micheletti, quien horas antes declaró que lo que se habría producido en esa nación centroamericana fue "una sucesión constitucional" a la que se llegó "por las intenciones" de Zelaya "de llevar al país a situaciones críticas con una enorme irresponsabilidad".

En otra noticia análoga, el canciller del Gobierno de facto, Enrique Ortez, declaró a CNN que lo que había sucedido era la separación de Zelaya de su cargo "por su violación a la Constitución y la desobediencia de todo el sistema jurídico nacional porque estaba promoviendo, envuelta en una farsa, una asamblea Nacional Constituyente para cambiar el orden constitucional y el sistema democrático".

¿Qué hacer? Concretar la huelga general, crear Comités de Huelga y de Defensa

El presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), Andrés Pavón, indicó a Efe el domingo, que desde este lunes los trabajadores del sector público y los miembros de la Central General de Trabajadores (CGT), entre otras agrupaciones gremiales, se pondrán en huelga en todo el país. El dirigente de la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH), Juan Barahona, anunció que han convocado a partir de este lunes un paro nacional y manifestaciones en todo el país para exigir la restitución de Zelaya. El presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh), Eulogio Chávez, anunció un paro nacional indefinido y toma de carreteras hasta que Zelaya retome el poder. Maritza Somoza, representante del Sindicato de Trabajadores de Registro Nacional de Personas, también se pronunció a favor del llamado a huelga general. Bertha Cáceres, dirigente del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas del país centroamericano, declaró a TELESUR que las comunidades étnicas están en resistencia y desconocen al gobierno de Micheletti y se preparan para una movilización a Tegucigalpa.

La información sobre el desarrollo de la huelga general de este lunes y del día de hoy ha sido escasa. Según informaba la web de la agencia noticiosa InfoBAE: “Tegucigalpa se despertó hoy (lunes) tranquila pero según pasan las horas el ambiente se enrarece. Tras una noche bajo toque de queda, esta mañana los estudiantes comenzaron a llegar en autobuses desde las universidades y escuelas y miembros de los sindicatos de trabajadores se reúnen en los alrededores de la Casa Presidencial (…) están cortados con barricadas improvisadas.” De acuerdo a la nota publicada por Arturo Wallace, enviado especial de la BBC, “Niños en uniformes escolares transitando por las calles en lo que deberían haber sido horas de clase, sin embargo, daban a entender que por lo menos algunos maestros habían atendido el llamado a huelga con la que el sindicato de maestros quería expresar su rechazo al golpe.” Más adelante indica la misma nota, citando a Ana Mocada, una dependiente de 22 años que trabaja a pocas cuadras del Congreso Nacional, que “No hay tanto tráfico como de costumbre y también menos gente en el centro comercial. Me imagino que es porque la mayoría de la gente que pasa por aquí es empleada de gobierno y deben estar apoyando la manifestación de hoy”. Rafael Alegría, dirigente de la Vía Campesina, aseguró respecto al paro general en contacto telefónico con TELESUR que ahora se realiza en las instituciones del Estado "y progresivamente en el sector privado".

De acuerdo a Prensa Latina, el paro general en Honduras contra el gobierno de facto en ese país se mantiene hoy por segundo día consecutivo. Las tres centrales sindicales y organizaciones campesinas, juveniles y sociales hondureñas sostienen la huelga general. Las protestas se siguen dando, pero en medio de un clima de tensión tras la violenta represión por parte de las Fuerzas Armadas el lunes, particularmente en Tegucigalpa en los alrededores de la Casa Presidencial. Fuentes sindicales indicaron que en la ciudad de Progreso, próxima a San Pedro Sula, los manifestantes quemaron o destruyeron seis ómnibus de la empresa TRANSUL, propiedad del presidente de facto Roberto Micheletti.

En la mañana de hoy martes se esperaba que en el centro de Tegucigalpa coincidieran las manifestaciones convocadas por los sectores obreros y populares con una convocada por la burguesía y demás sectores que apoyan el golpe. Lo que es cierto es que en tanto no se coordinen las acciones de huelga y sean sólo algunos sectores los que cumplan los llamados a huelga, el gobierno de facto seguirá en su tarea de detener y desaparecer dirigentes clave. Es necesario que se unan al llamado de huelga general sectores como el de transporte, eléctrico, comunicaciones, etc., para arrancar el control que ha mantenido la burguesía sobre la (des)información en el país, respaldar las movilizaciones populares e impedir que la derecha pueda movilizar algunos sectores que apoyan el golpe.

Igualmente los sindicatos, desarrollando comités de huelga vinculados a las organizaciones populares, deben empezar a organizar de manera más efectiva las protestas y manifestaciones que recorren el país, incluyendo hacer llamados a los soldados de base para que no sigan las órdenes de parte de la oficialidad golpista y se unan a sus hermanos trabajadores en la lucha contra el golpe de Estado.

Este movimiento, vinculado a la solidaridad internacional que se viene desarrollando tanto desde los gobiernos, particularmente del ALBA, pero sobre todo desde las bases, con pronunciamientos y acciones de las organizaciones obreras y populares, puede derrotar este golpe. Sobretodo es necesaria la activación de acciones de las organizaciones obreras y revolucionarias de los países vecinos, como Guatemala, Nicaragua y El Salvador.

¡Abajo el Gobierno de Facto en Honduras!
¡Por la extensión de la Huelga General y la creación de Comités de Huelga!
¡Soldado hondureño, vuelve tus armas contra tus oficiales y únete al pueblo!

30 de junio de 2009

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