¡Convirtamos el 1º de mayo en una jornada de manifestaciones masivas contra la ultraderecha y por las libertades democráticas! - Pablo Iglesias recibió hace unos días una carta con una amenaza de muerte contra él y su familia y cuatro balas. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora de la Guardia Civil recibieron sobres similares con amenazas y balas. Uno de ellos está firmado: "Guardia Civil. Policía Nacional". Hoy mismo, la ministra Reyes Maroto ha recibido otra carta amenazante. Estas amenazas deben ser tomadas en serio.
No está claro quién envió las cartas, pero las balas son munición del ejército, y la firma en una de las cartas apunta a personas del aparato del Estado.
Recordemos que a principios de este mes, la sede de Podemos en Cartagena (Murcia) fue atacada con bombas incendiarias. Unos meses antes, se descubrió que un grupo de oficiales retirados de la Fuerza Aérea discutían en un grupo de WhatsApp la necesidad de un golpe de Estado. Un general retirado dijo que "habrá que empezar a fusilar a 26 millones de hijos de puta". El mismo general retirado participó en una carta conjunta enviada al Rey , en la que se denunciaba al gobierno PSOE-Unidas Podemos como "comunista" y una "amenaza para la democracia", y pedía a Felipe VI que interviniera, un caso claro de incitación al golpe de Estado.
El fiscal del Estado investigó a estos oficiales retirados golpistas, pero concluyó que no había delito que perseguir. Mientras tanto, un cabo del ejército que firmó una carta contra el régimen de Franco fue sancionado y luego expulsado del ejército por "romper la neutralidad política de las Fuerzas Armadas".
Tampoco se trata sólo de oficiales retirados. En febrero de este año, varios periódicos publicaron una investigación sobre la existencia una célula neonazi activa dentro del Ejército en Cartagena, que incluía a oficiales en activo. Los informes sobre las simpatías de extrema derecha de soldados y oficiales se hacen públicos regularmente en los medios de comunicación y por activistas antifascistas, sin ninguna consecuencia.
El fantasma de Franco
Es sabido que la democracia burguesa española tiene sus raíces en el régimen de Franco. Nunca hubo una clara ruptura democrática en la llamada transición española de los años 70 ni una depuración del Estado ni de las fuerzas armadas, policía, etc. El "régimen de 1978" que hoy está vigente, es el resultado de un pacto de élites para garantizar la impunidad de los implicados en los crímenes de la dictadura. Esa es la explicación de la proliferación de elementos abiertamente fascistas y reaccionarios en la justicia, el aparato estatal y el ejército.
Estos elementos han sido alentados y azuzados por el ascenso de VOX en las elecciones recientes. Los partidos de derecha oficiales, en particular el Partido Popular (PP), han competido con VOX por el mismo electorado y han adoptado muchos de sus argumentos (un "gobierno comunista" en connivencia con los "separatistas", destinado a acabar con la democracia y a " fragmentar España"). Además, PP y Ciudadanos (Cs), no han tenido reparos en pactar con el apoyo de VOX para gobernar en regiones y municipios, como Madrid, Murcia o Andalucía.
De hecho, el PP es un partido que también tiene profundas raíces en la dictadura, habiendo sido fundado originalmente por siete ministros franquistas. La mayor parte del voto que ha recibido VOX proviene del PP.
Como sabemos, hace dos semanas, VOX organizó un mitin electoral en el barrio obrero de Vallecas. Esto fue una clara provocación, como ya denunciamos. Vox se ha referido a los barrios pobres y obreros como " basureros multiculturales".
Como era de esperar, las organizaciones de izquierdas y obreras de Vallecas organizaron una concentración de protesta contra la presencia de la extrema derecha. Tras una provocación del dirigente de VOX, Santiago Abascal Conde, que cruzó las líneas de la policía antidisturbios para encararse con los manifestantes antifascistas, la policía arremetió contra los vecinos que protestaban contra la concentración de VOX. Los policías que protegieron a la extrema derecha y cargaron contra los manifestantes antifascistas están bajo el mando del ministro del Interior Marlaska, que también ha sido uno de los destinatarios de las amenazas de muerte.
Está claro que un gran número de policías son miembros o simpatizantes de VOX, y hay una clara complicidad entre el partido de extrema derecha y el "sindicato" policial Jupol.
El gobierno PSOE-UP no ha tomado ninguna medida para frenar esta connivencia e infestación ultraderechista dentro de las fuerzas del Estado. Todo lo contrario. El gobierno ha utilizado sistemáticamente a la policía contra los manifestantes antifascistas, mientras permitía que las manifestaciones abiertamente fascistas y neonazis siguieran adelante.
¡Por un frente único y por la lucha de la clase obrera!
Hay que combatir la amenaza de la extrema derecha. Es necesaria una movilización conjunta de la izquierda y de las organizaciones de la clase trabajadora en las calles.
El sábado pasado en Sevilla hubo una manifestación en el barrio obrero de Cerro Amate, donde un activista de la plataforma Barrios Hartos fue amenazado y agredido por fascistas. Los compañeros de Lucha de Clases tienen un papel destacado en esta organización. Este es el camino a seguir, y hay que seguir organizando más manifestaciones en todo el Estado como una muestra de fuerza de la clase obrera contra toda la escoria reaccionaria de la sociedad.
El viernes pasado, Iglesias abandonó un debate radial en la cadena SER cuando la representante de VOX se negó a condenar ni a dar veracidad a las amenazas que había recibido. Esta decisión fue correcta, pero no es suficiente. Unidas Podemos debe llamar a un frente único de todas las organizaciones de izquierdas, sindicales y obreras contra la extrema derecha y convocar movilizaciones masivas para responder a estas amenazas asesinas.
¡Por un frente único contra la agresión de la ultraderecha! ¡Movilizar a la clase trabajadora! ¡No pasarán!
Post-Scriptum de Lucha de Clases
A las pocas horas de publicar este artículo se ha conocido que la ministra de industria, comercio y turismo, Reyes Maroto, ha recibido otra carta con amenazas que incluía una navaja ensangrentada. Es evidente que la ultraderecha está jugando con fuego y parece que ha olvidado las poderosas tradiciones antifascistas de la clase obrera española y su respuesta revolucionaria en las calles, lo cual prueba la pérdida de su sentido de la realidad en su microclima fanático.
Pero más allá del enloquecimiento de la base social de la extrema derecha, que tiene en policías, guardias civiles y oficiales del ejército sus fans más incondicionales, siempre lo hemos dicho: No es con quejas lacrimógenas como se combate a esta basura. estas expresiones de desaprobación, por muy bienintencionadas que sean, sólo les produce regocijo y una sensación de impunidad. La única manera efectiva de responderles es con la movilización más masiva en las calles. Esto sí que los amedranta, al menos a sus jefes más clarividentes en el aparato del Estado y en la oligarquía económica del país.
Ya se debió haber hecho en Cartagena tras el atentado con explosivos en la sede de Podemos en esta ciudad a principios de abril, y sobre todo el pasado fin de semana en Madrid tras las cartas amenazantes a Pablo Iglesias, Grande-Marlaska y María Gámez ¿Porqué los dirigentes del PSOE. Unidas Podemos y de los sindicatos no convocan una manifestación masiva en Madrid este próximo fin de semana, o convierten las manifestaciones del 1º de mayo en todo el país en un gigantesco frente único de masas contra la extrema derecha, la derecha extrema de PP y C's, y a favor de las libertades democráticas? Y esas enormes manifestaciones serían la mejor garantía, además, para crear un ambiente explosivo de indignación en la sociedad que aseguraría la victoria de la izquierda en las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid.