Tras el gran éxito del encuentro en Guayana, que reunió a más de 900 trabajadores, es necesario profundizar la lucha y armarnos con un programa claro que permite avanzar.
- ¡Por una jornada de acción y tomas de fábricas!
- ¡Por un plan de lucha concreta que vincule a los trabajadores de las empresas en conflicto!
- ¡La clase obrera debe reconquistar el PSUV como partido de los trabajadores!
La Siderúrgica de Orinoco Alfredo Maneiro, SIDOR, fue anfitriona del encuentro nacional de los consejos de trabajadores que se celebró el fin de semana pasada, reuniendo representantes de centenares de empresas de todo el largo y ancho del país. El teatro en las instalaciones de la empresa guayanesa quedó pequeño frente a la impresionante asistencia que contaba alrededor de 900 trabajadores, mientras la capacidad de la sala es para 550 solamente.
El encuentro surgió como una necesidad ardiente en la situación actual que vive el movimiento obrero venezolano. Aunque se han dado importantes nacionalizaciones en algunas fábricas y en otras, intervenciones por parte del estado en empresas dónde los trabajadores todavía están luchando por la estatización definitiva, la clase obrera ha podido presenciar que no basta con pasar de propiedad privada a propiedad estatal sin transformar el modelo de gerencia y dirección en las empresas.
Un encuentro organizado desde abajo
Un factor clave en la movilización y la logística para el encuentro, fue la propia participación e impulso de los trabajadores de Guayana que abrieron sus casas para alojar a los camaradas participantes de otros estados. Contrario al estilo de los sectores burocráticos que gastan enormes recursos del estado para lujo en sus encuentros, para así corromper a los dirigentes sindicales, en este encuentro la mayor parte de la logística estaba organizado desde abajo por los propios trabajadores y los voluntarios que gastaban horas en finiquitar los detalles de la reunión.
La apertura fue sin duda emocionante con el canto del himno nacional de la República y también con el himno del proletariado mundial: La internacional. Habían venido asistentes de 21 estados del país, entre ellos figuraban Anzoátegui, Sucre, Monagas, Nueva Esparta, Distrito Capital, Aragua, Carabobo, Vargas, Guárico, Miranda, Portuguesa, Barinas, Lara, Cojedes, Apure, Zulia, Falcón, Táchira, Mérida, Trujillo y por supuesto también del estado Bolívar.
Las reunión estaba dividida en tres partes; Primero un intercambio de las experiencias de cada fábrica, organizado por áreas (occidente, oriente, los llanos, los estados del centro del país, etc.) Segundo una discusión en mesas de trabajo sobre los problemas en la construcción del Control Obrero. Y tercero una sesión plenaria dónde los relatores de las mesas leyeron las conclusiones principales de cada mesa de trabajo.
Los trabajadores luchan contra el sabotaje burocrático y las quintas columnas
Cabe destacar como un rasgo general el fuerte rechazo e incluso odio que tienen los trabajadores hacia los sectores reformistas y burócratas, la quinta columna que está enquistada en el aparato estatal. En una intervención tras otra pudimos escuchar como los trabajadores de las empresas relataron que funcionarios de ministerios, alcaldes y gobernadores obstaculizan la implementación del Control Obrero en las empresas.
Uno de los momentos cuando esto se evidenció más claramente, fue cuando los asistentes rechazaron a gritos y bulla la intervención de José Mejías, quien se identifico como representante sindical de la MITSUBISHI en Barcelona, defendiendo la repugnante actuación del empresario en el conflicto en Mitsubishi, Barcelona, Edo. Anzoátegui. Mejías en realidad no representa otra cosa que el sindicalismo amarillo, comprado por los patronos. En dicha empresa, que lleva más de dos años en conflicto, el empresario ha despedido a más de 220 trabajadores, incluido 11 líderes sindicales. Desgraciadamente esto está pasando con la aprobación de la Ministra del trabajo del gobierno revolucionario, María Cristina Iglesias. Los trabajadores de MMC en Barcelona están pidiendo que la ministra cambie su actitud para solicitar el reenganche de todos los camaradas despedidos.
Otras intervenciones mostraron el mismo rechazo a las acciones de la burocracia, especialmente en la coyuntura que se está viviendo en las empresas básicas de Guayana. Un momento muy especial, fue el día domingo cuando el presidente trabajador de la empresa de aluminio CVG Alcasa, Elio Sayago, intervino para exponer la realidad que se vive en dicha empresa. El camarada Sayago ha resistido toda una serie de intentos de sacarlo de la presidencia, incluido un secuestro de los portones que paralizó la empresa por 34 días.
Todos estos actos de sabotaje son organizados por los dirigentes pseudo-revolucionarios de la FSBT (Fuerza Socialista Bolivariana de los Trabajadores) que no han aceptado la decisión del presidente Chávez de nombrar trabajadores como presidentes para impulsar el Control Obrero y el Plan Guayana Socialista en las empresas básicas. Sayago señaló que los elementos divisionistas están intentando silenciar todo debate sobre estos hechos en las filas del PSUV, bajo el falso pretexto de “no criticar a camaradas del mismo partido”. A su parecer, los trabajadores deben unirse para resistir todo intento de sabotaje, sea en Alcasa o como ocurrió recientemente en Bauxilum.
Introduciendo el Control Obrero como modelo de gestión
Otras intervenciones se centraron en los métodos para introducir el Control Obrero en la práctica. El camarada Carlos Rondón de la empresa Grafitos de Orinoco explicó la experiencia de los camaradas, haciendo énfasis en la apertura de los libros de contabilidad de la empresa para que los trabajadores se enteren de todos los secretos comerciales de los capitalistas. El camarada resaltó que este punto es crucial para establecer una verdadera planificación de los recursos de la empresa y para mejorar las condiciones laborales, reducir la jornada laboral y también para asegurar la seguridad y sanidad de los trabajadores.
La camarada Yahaira de INAF (Indústria Nacional de Artículos de Ferretería) habló de la lucha que se vive en esta factoría, ubicada en Cagua, estado Aragua, donde los trabajadores llevan 5 años con la planta ocupada y produciendo bajo Control Obrero. Relató la valiosa experiencia de la conformación y elección del consejo de trabajadores y sobre el funcionamiento de la asamblea de trabajadores como máxima instancia de decisión en la empresa.
Posteriormente en las mesas de trabajo se analizo los obstáculos principales y las contradicciones que se viven en la introducción del Control Obrero en cada empresa.
Las tareas centrales
El día domingo se leyó las conclusiones de cada mesa de trabajo y se dio una clausura, votando un manifestó y unos acuerdos esenciales del encuentro. Se acordó que la próxima reunión nacional de los consejos de trabajadores va a ser el 18 de junio en Puerto la Cruz, Edo. Anzoátegui. Dicha reunión tendrá como objetivo planificar acciones para concretizar las propuestas
Cabe destacar que muchas de las mesas habían discutido también la crisis que vive el Partido Socialista Unido de Venezuela, organización a la cual pertenece la mayor parte de los trabajadores asistentes. Varios de los relatores plantearon que los trabajadores sienten que el partido actualmente no está trabajando para promover el Control Obrero y que en estos momentos no está sirviendo como instrumento de lucha de la clase trabajadora. La conclusión fue bien clara: Varias mesas plantearon la necesidad de construir una corriente obrera, una oposición que pueda luchar para reconquistar el partido para quitarle a los burócratas el puesto dirigente que han asumido.
Ahora es absolutamente crucial que los acuerdos del encuentro no quedan en palabras. Desafortunadamente ha habido en el pasado varios encuentros que nunca lograron cohesionar un verdadero frente único en el movimiento obrero que pudiera permitir un avance significativo en la lucha por el Control Obrero. Hace falta un plan de acción que vincula todas los conflictos que se viven en las empresas al largo y ancho del país. Parte de este plan debería ser una jornada de acción y de tomas de fábricas abandonadas por los patronos. En el 2005 el presidente Chávez nombró una lista de 1.300 fábricas abandonadas que deberían ser ocupadas por los trabajadores. Es necesario retomar esta idea y ponerla en la práctica de una forma consciente por parte del movimiento obrero venezolano. Esto daría un gran impulso a la revolución, aislando a sus enemigos contrarrevolucionarios y quitándoles su poder económico.
La burguesía venezolana ha mostrado su carácter completamente parasitario y vende-patria; durante los últimos 10 años ha cerrado más de 4.000 fábricas medianas y pequeñas. Solo la clase obrera puede resolver los problemas de la economía venezolana, tomando definitivamente el poder sobre los medios de producción y así acabando con el capitalismo en Venezuela de una vez por todas.
Fuente: Lucha de Clases (Venezuela)