Durante la noche del lunes 4 de octubre, el mundo ha despertado al conocimiento del proceso de extracción de aluminio de la bauxita, y de su sub-producto: el barro rojo, que devastó varios pueblos, incluyendo Kolontár y Devecser, en el suroeste de Hungría, trayendo una amenaza a largo plazo de contaminación del medio ambiente en varios países.