Una debilidad notoria del campo obrero y popular en nuestro país es la enorme dispersión organizativa de los sectores más activos, conscientes y avanzados de la clase obrera. Esta es una capa amplísima que incluye a decenas y cientos de miles de trabajadores que actúan y participan activamente en diferentes espacios y frentes de masas (sindicales, políticos, barriales), en un campo ideológico que abarca desde el peronismo de izquierda (aun aquellos que simpatizan con determinadas políticas del kirchnerismo) hasta el marxismo revolucionario, lugar donde se ubica la Corriente Socialista El Militante.