La noticia de la muerte de Eric Hobsbawm, el 1 de octubre, se caracterizó por una explosión sin precedentes de lisonjas y adulaciones en los medios de comunicación burgueses. Durante las últimas semanas, la inundación de obituarios obsequiosos superó todos los límites. Fue descrito como “el intelectual e historiador británico de tradición marxista más leído, influyente y respetado”, “el historiador marxista británico más distinguido”, e incluso “uno de los historiadores más destacados del siglo XX”.