El pasado jueves 7 de mayo murió a causa del coronavirus el expolicía Antonio González Pacheco, más conocido como Billy el Niño. Acusado de numerosas torturas, se trataba de una de esas reminiscencias del franquismo que todavía perviven hoy, hasta que se encontró con el virus que todos sufrimos en mayor o menor medida. La monstruosidad de sus actos no le convirtió en inmortal, pero la “democracia” sí le salvó de sus acusaciones de forma cómplice.