Hace un año, decenas de miles primero, centenares de miles en los siguientes días, nos manifestamos continuadamente dando lugar a una auténtica explosión social que tomó las calles del conjunto del Estado. Dicho movimiento fue un grito multitudinario de rabia después de 4 años de recesión, ante un sistema que niega a la juventud un futuro digno, y amenaza con la exclusión y marginación social también a los mayores.